La ex abogada del Departamento de Justicia, Elizabeth G. Oyer, dice que fue despedida un día después de que se negó a recomendar que el actor Mel Gibson tenga sus derechos de armas restaurados, según el New York Times.
“Esto es peligroso. Esto no es político, este es un problema de seguridad «, dijo Oyer al New York Times.
Oyer dijo que hace unas dos semanas, envió un memorando recomendando que nueve candidatos que habían cometido crímenes previamente tienen sus derechos de armas restaurados después de una cuidadosa consideración. Después de enviar su aprobación, recibió el memorando con una solicitud de «agregar Mel Gibson a este memorando», según el Times. El mensaje incluyó una carta del abogado de Gibson a los altos funcionarios del Departamento de Justicia que pidieron que se restauraran los derechos de armas de Gibson.
Oyer afirma que desconfía de restaurar el acceso de Gibson a las armas. No había estado sujeto a verificaciones de antecedentes como los otros candidatos. En 2011, el ganador del Oscar no se declaró en el Tribunal Superior de Los Ángeles por un delito menor de maltratar a su entonces novia. Un representante de Gibson no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios.
«Dar armas a los abusadores domésticos es un asunto serio que, en mi opinión, no es algo que pueda recomendar a la ligera, porque hay consecuencias reales que fluyen de las personas que tienen una historia de violencia doméstica en posesión de armas de fuego», explicó Oyer.
Oyer dijo que envió un correo electrónico a sus superiores diciendo que no podía recomendar que se restaurara los derechos de armas de Gibson. Según los informes, recibió una llamada telefónica horas después del fiscal general adjunto Todd Blanche, diciendo que «sería prudente hacer la recomendación» debido a la «relación personal del actor con el presidente Trump», según el informe del Times.
En enero, días antes de que Donald Trump fuera inaugurado como presidente, nombró Gibson, Sylvester Stallone y Jon Voight como «Embajadores especiales» La tarea de ayudar a restaurar los negocios en Hollywood perdió en lugares de filmación en el extranjero.
«Literalmente no dormí un guiño esa noche porque entendí que la posición en la que estaba era una que iba a requerir que comprometiera mis puntos de vista y ética fuertemente sostenidos o probablemente me resultara de que perdiera mi capacidad de participar en estas conversaciones en el futuro», dijo Oyer.
Oyer dijo que envió otro memorando el viernes por la mañana, afirmando que todavía no podía dar su recomendación. Unas horas más tarde, la llamaron de una reunión de regreso a su oficina, donde dos oficiales de seguridad esperaban con una carta que le notaba que había sido despedida.
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